Esplendorosa Música del Renacimiento

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Crítica realizada por José Antonio Cantón para la revista Scherzo sobre el concierto ofrecido en el Festival de Úbeda y Baeza por Capella Prolationum y Ensemble La Danserye, agrupación de la que forman parte Jorge Enrique García Ortega y Félix Iván Martínez Ortega, director y gerente de Bravissimo Music Lab. Para ver la crítica en su enlace original pulsar aquí.

Esplendorosa música del Renacimiento

Úbeda. Sacra Capilla de El Salvador. 7-XII-2016. XX Festival de Música Antigua Úbeda y Baeza. Capella Prolationum. Ensemble La Danserye. Director: Fernando Pérez Valera. Músicas imperiales para el secretario de Estado Don Francisco de los Cobos.

José Antonio Cantón

En pocas ocasiones se puede dar tal grado de idoneidad entre los distintos elementos que han de ofrecerse en un concierto de música antigua como el ocurrido en esta ocasión: recinto, dedicatario y contenido se han fundido en una sola experiencia, tanto para intérpretes como para el público. Disponer de la Sacra Capilla del El Salvador supone un privilegio por su belleza arquitectónica, además de ser el escenario más adecuado para las obras recreadas, dedicadas ellas a la memoria del insigne ubetense Don Francisco de los Cobos y Molina, secretario de Estado del emperador Carlos V y promotor de este singular templo renacentista destinado a albergar su tumba.

El otro motivo de singularidad ha sido contar con dos formaciones que, cuando se juntan, llevan la música del Renacimiento a un punto de autenticidad y plenitud digno de admiración, impactando al oyente que se ve sorprendido por la intensidad emocional de sus interpretaciones como fiel reflejo de la personalidad de aquellas regias figuras del Renacimiento, como Francisco I de Francia, Enrique VIII de Inglaterra u, obviamente, el propio emperador Carlos, al que también se recordaba en este concierto organizado en colaboración con la Fundación Casa Ducal de Medinaceli.

El músico e investigador Francisco Pérez Valera ha querido hacer un recorrido por algunos de los autores relevantes de la primera mitad del siglo XVI, concentrando una selección de obras, a cuál más importante en su estética. Ya con la Fanfarría Imperial que inició la actuación se podía presentir la trascendencia de esta cita. Después de una danza instrumental de Josquin des Prez, los sones de Cristóbal de Morales, con su Missa Mille regretz a seis voces, permitieron disfrutar de la reverberación de casi tres segundos del templo, lo que significa una idoneidad acústica de difícil parangón. Cantores e instrumentistas se fundieron en tal grado de expresividad que llevaban a imaginar la solemnidad de las cortes renacentistas y la majestad de sus titulares, dando la sensación de que arte, música y política estuvieran ungidas por el Altísimo en un todo indisoluble.

El cuarteto de orlos del Ensemble la Danserye brilló desde la curiosa resonancia nasal de estos instrumentos en la obra Pane me a mi duche del sugestivo músico franco-flamenco Thomas Crecquillon, al que siguió el espectacular motete a ocho voces del mismo autor, Andreas Christi famulus, uno de los momentos culminantes de la velada —piénsese que fue cantado en la reunión del Capítulo de la Orden del Toisón de Oro en Utrecht el año 1546, con la presencia de los tres monarcas más poderosos de Europa antes mencionados—, para seguidamente serenar la percepción del oyente dando paso a Luis de Narváez con su motete De profundis clavami, interpretado con exquisita delicadeza.

Ensemble La Danserye y Capilla Prolationum Ubeda y Baeza 2016

Después de la Misa a cinco voces de Johannes Lupi dedicada al emperador Carlos V, con la que el concierto recobraba intensidad expresiva, una obra instrumental de Jean Richafort, Sur tous regretz, preludió la tercera misa del programa, firmada por Nicolas Gombert, a cinco y seis voces, todo un portento del ya aquí evolucionado arte polifónico de este compositor, muy bien entendido por los componentes de la Capella Prolationum, que brillaron con la naturalidad de su inimpostado canto llano. El concierto terminó con el Iubilate Deo que Cristóbal de Morales compuso para la firma de la Tregua de Niza de 1538 entre Carlos V y Francisco I, confirmando la excelencia del contenido de este programa, que superó con creces las expectativas. Ante la ovación del público, cantantes e instrumentistas ofrecieron el segundo Kyrie de la Missa Mille regretz de Morales, donde se pudo disfrutar quizás aún más del brillante temperamento mesotónico a cuatrocientos cuarenta ciclos utilizado a lo largo de todo el concierto, hecho que permitía realzar la magnificencia de estas obras de las que estuvo rodeado Don Francisco de los Cobos, muy bien escogidas para este programa y resultado de un acertado proyecto musicológico de Javier Marín López, director del festival.